28 de marzo de 2017

EL DÍA QUE TODO CAMBIÓ

Hay días que sientes que las cosas están cambiando, que el trabajo que tanto te ha costado está dando sus frutos. Hoy es uno de esos días.

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No hubo un momento épico, ni si quiera un motivo trascendental en mi vida, que motivara el salir a correr. Simplemente, un día me apeteció, probé y me gustó, así de sencillo. A ese día le siguieron muchos otros, empecé con un plan de entrenamiento simple, un plan que adapté a mi situación (plan para empezar a correr) por que, compañero principiante, los planes de entrenamiento que encuentras en internet, en los cuales incluyo también los que encuentras en mi página, no hay que seguirlos a rajatabla. Debes adaptarlos a tu condición física, a tu situación laboral y social, a tu motivación, y sobre todo a tus objetivos. A unos objetivos que deben ser realistas. Correr un montón de carreras al año es una locura sin sentido, te digo desde ya, que todos los que conozco que lo han hecho, este año no están corriendo debido a las lesiones. 

Comencé a correr sólo por correr, sin idea de competir, eso vino mucho después. Comencé a leer en internet, a preguntarle a la gente que llevaba tiempo en esto y todos me aconsejaban lo mismo «Ve con calma. No te pases ni con los entrenamientos ni con las carreras, tienes tiempo. Ve poco a poco si no quieres pasar de corredor a espectador dentro de unos años.» Cuanta razón tenían, menos mal que les hice caso. Veo hoy a muchos amigos llenos de lesiones, tomando ibuprofenos como gominolas, cubiertos de cintas de colores por todas partes de su cuerpo, añorando bolsas y bolsas de hielo, inconscientes de que una o dos carreras más y sus cuerpos les dirán basta, de que les espera una vejez en las que sus tobillos y rodillas van a sufrir muchísimo. ¿Todo para qué? Por un dorsal más en su álbum, por una medalla colgada en la pared, por un selfie en la meta sonriendo, pero deseando que llegue mañana la visita al fisio. Entrenado casi todos los días, no respetando los descansos, marcando un super ritmo en un entrenamiento que no sirve absolutamente para nada, por que sólo piensan en sumar y sumar kilómetros. 

Supe que esa no era mi carrera, que no era lo que yo quería. Me preocupé por no lesionarme y lo sigo haciendo a día de hoy. Respetando los descansos, entrenando con un fin, no para rellenar kilómetros y subir mi foto de mi marca de hoy, hacerlo como lo hacen los que se dedican a esto, con sentido, con cabeza. Sabiendo que si aparecía cualquier molestia tenía que parar, tratarla y buscar la razón de por qué se producía, para evitar que volviera de nuevo. Que era mejor parar y no correr 4 días, que no correr varios meses. Hice todo esto, seguí  todos los consejos y aquí estoy, corriendo, como leí una vez en alguna parte, como un tractor: duro, lento y fiable. Sin lesiones, sin artificios, sin colgarme medallas que no merezco, compartiendo conmigo mismo mis triunfos, mis avances y mis tiempos. Demostrándome a mi mismo que hago esto por y para mi.

Este Domingo se disputó la tercera carrera del campeonato y estoy muy, pero que muy satisfecho con lo conseguido. Atrás quedaron los días en los que llegaba a meta medio desfallecido, atrás los días en que sufría corriendo durante kilómetros. Poco importa que se me atragantara la baliza 10, por que se atragantó por un error en el control, y lo mejor, es que supe que había un error sin que nadie me lo dijera. Demasiado tiempo perdido para encontrarla. Ahí, como tantos otros,  perdí la carrera pero entré en meta con una sonrisa, sabiendo que había sido un gran día, que si hubiera encontrado la baliza habría hecho un gran tiempo. Que no terminaba agonizando, exhausto, si no duro, fuerte y fiable, como un puto tractor. Nunca perder fue tan satisfactorio. 

Tengo un macro-objetivo en la cabeza, lo tengo desde hace muchísimo tiempo, cada paso que doy me acerca mucho más a el y para lograrlo voy sumando micro-objetivos. Este fin de semana siento que he dado un paso de gigante en ese caminito que me he marcado. Por eso a los que me han enseñado lo que tengo que hacer y a los que he visto haciendo cosas que no debo hacer, mil gracias.

Un saludo, salgo a correr