19 de marzo de 2018

CRÓNICA IV TRAIL FUENTEALTA VILAFLOR


Este domingo 18 de Marzo nos fuimos hasta Vilaflor a participar en el Trail más alto de España


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Son las 5:45 de la mañana y estoy frente al espejo del baño lavándome la cara. Es mi día libre en el trabajo y en vez de estar durmiendo y descansando se me ocurre que lo mejor sería ir a correr a Vilaflor. Según google maps tardaré una hora y cuarto en llegar, a eso le sumo la media hora que voy a tardar en desayunar por el camino, y la otra media hora para llegar tranquilo, está claro que no queda otra que madrugar. Pienso, ahora mismo tiene que haber unos 500 o 600 zumbados haciendo lo mismo que yo, y me imagino habitaciones encendidas donde un dorsal espera que lo lleven en pocas horas a recorrer uno de los parajes más impresionantes de la isla.

Según me bajo del coche noto un frío gélido así que me decido por pantalones piratas y manguitos, más tarde durante la carrera quizá no me hagan falta pero ahora mismo son necesarios.
Primero se realiza la salida de los de 21 y 42, después la de 30 y la de 12. No es nada mala la idea de dividir las salidas, así se consigue evitar aglomeraciones y es mucho más cómodo y seguro para los que corremos, lo único criticable quizá sea la organización para el sistema de localización, ya que antes de la salida resultó ser un poco caótico.

La salida fue puntual, nueve de la mañana. Al salir se recorren un par de kilómetros por las calles del pueblo casi todo el recorrido en bajada, controlando los 5´30 que me había autoimpuesto las sensaciones eran buenas. Llegamos a un sendero y empieza lo bueno, el terreno sigue siendo bastante llano, algún pequeño desnivel pero bastante asequible y seguimos rodando en buenos tiempos. Empiezan las bajadas y en el recorrido nos encontramos con un camino lleno de piedras sueltas donde debes ir muy atento, por que una mala pisada y adiós tobillo, y adiós campeonato, así que aflojamos un poco, hoy no toca arriesgar. Pronto llegan las subidas, en esta categoría tenemos dos ascensos importantes (por cierto aprovecho para felicitar a la organización por los dos avituallamientos antes de las subidas) el primer ascenso se hace más llevadero pues se sube en zig zag, e incluso en tramos llego apretar un poco el paso. Me pego a Fariña del equipo Jaira y subimos a buen ritmo, durante más tramos del recorrido seguiremos coincidiendo, buena gente, buen corredor. Normalmente, después de los primeros kilómetros, los diez o doce corredores que tienes por delante y por detrás van a ir cruzándote en tu camino, y la verdad que en esta carrera he compartido kilómetros con muy buena gente. Cuando llego a la segunda subida el sol está cascando de lo lindo, y la altitud se va notando. Estamos corriendo sobre los 1490 metros de altura y quieras o no eso se nota, sobre todo si no estas acostumbrado. Esta subida es más dura que la anterior, aquí no hay zig zag, aquí es todo recto pa arriba, subiendo escuchas al speaker en meta, quedan unos tres o cuatro kilómetros, y ahora es todo bajada, salvo un pequeño susto casi al final de unos 100 metros en pendiente.

Llego a meta contento, el tiempo que realizo no es bueno, en realidad es bastante malo, pero estoy feliz por varias razones: Una, he sido constante en toda la carrera en ningún momento he sentido molestias. Dos, esta carrera era un test para ver como va el plan de entrenamiento y si está dando sus frutos, y salvo ciertos detalles todo marcha bien y tres cuando cruzo la meta me quedo con un buen sabor de boca, con la mente puesta en el siguiente prueba y una sonrisa sabiendo que el próximo Domingo volveremos a correr y ahí si hay que darlo todo.

Muchas Gracias Vilaflor y muchas gracias a toda la organización, fue un gran día. Por supuesto, gracias a todos los que compartieron kilómetros un ratito a mi lado, espero volver a verlos pronto y correr de nuevo juntos.

Un saludo, salgo a correr.