7 de abril de 2016

DESCENSOS: TÉCNICA Y ENTRENAMIENTOS

Bajar una montaña a gran velocidad es una de las mejores sensaciones que puede haber en el trail.

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Bien sea por la sensación de velocidad, la libertad, el avance sin mucho esfuerzo o el riesgo controlado, la cuesta abajo suele ser la parte del trazado que más se disfruta. 

Lo principal y primordial es no tener miedo y afrontar las bajadas con confianza.

Para mejorar en las bajadas hay que ir progresando poco a poco en velocidad y en confianza. Iremos desarrollando la destreza para esquivar, girar y buscar los mejores apoyos. Hay que trabajar la técnica in situ, hay que ensayar la bajada una y otra vez, sólo así iremos depurando nuestra técnica.

Técnica del descenso:

Las dos pautas más importantes para hacer una buena bajada es saber anticipar el terreno y conseguir hacerlo de forma relajada. Una buena manera es relajar los brazos y cada dos pasos dar un pequeño salto. La confianza conseguida con este ejercicio te hará bajar igual de rápido o más qué antes, pero relajado. Para anticiparte a los movimientos es muy importante que la mirada no la lleves a los pies, ésta irá dirigida hacia delante (unos 2 metros). Esto te ayudará a anticiparte a lo que te vas a encontrar y poder saber por donde bajar, cómo colocar el pie, si hay que frenar o acelerar, etc…

Es muy importante controlar la velocidad de descenso y el centro de gravedad. Si adelantamos el cuerpo aceleraremos, mientras que si retrasamos la posición el cuerpo respecto a la vertical frenaremos. Estas posiciones iremos cambiándolas según nos convenga ya que en tramos muy verticales frenaremos mucho pero después aceleraremos de nuevo. Para volver a ganar velocidad inclinaremos el cuerpo como he dicho, minimizando el gasto energético y aprovechando la gravedad.

La base física del entrenamiento de la técnica es tener un buen tono muscular. A través de entrenamientos de fuerza. Un sistema de entrenamiento de las bajadas por terrenos técnicos, es acelerar 20 o 30 metros y luego volver a nuestro ritmo inicial. Los acelerones nos irán dando confianza, y podrán ser cada vez más largos. 

Lo ideal es que aprendas a controlar tu cuerpo ante diferentes irregularidades del terreno. Cuanto mejor controles tu equilibrio, más confianza tendrás contigo mismo, lo que te permitirá ir más rápido. Los brazos deberán ayudarnos a equilibrar el cuerpo, por lo tanto, estarán ligeramente abiertos para estabilizar. Hay que tener en cuenta que pueden haber ramas, rocas, árboles que nos pueden dificultar la actuación de los brazos.

Normalmente el apoyo se hace con el antepie, base de las cabezas de los metatarsianos, gesto precursor del esguince de tobillo. Un buen método de prevención es intentar centrar el contacto con el suelo en la base del primer metatarsiano, hacia el dedo gordo, de manera que los músculos peroneos ya van contraídos y nos protegen. Si pisas con el exterior tendrás muchas probabilidades de lesionarte. Aunque la bajada sea fácil no te despistes, desciendes a gran velocidad y un mal apoyo podría ser fatal. El calzado más amortiguado te ayudará a absorber los impactos. 



Dos últimos consejos: trabaja la flexibilidad y la elasticidad de tus músculos, esto te ayudará a ser mejor bajador. Y por último, es vital que durante la bajada mantengas siempre la concentración. 

Sólo la práctica te dará la seguridad para realizar descensos cada vez más rápidos.

Un saludo. Salgo a correr